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Nuestra Historia

En marzo del 2003 en medio de una conversación en la sala de un hogar, cuatro personas, dos parejas, se dieron cuenta que todos compartían la inquietud de salir de donde se estaban congregando para plantar una nueva iglesia. En ese momento Enrique (Quique) Ocasio, Carmen (Charito) Fernández, Gilberto Collazo y Dagmar Arce comenzaron a orar y soñar lo que casi seis meses más tarde, septiembre del 2003, iniciaría como Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) Casa del Alfarero. Cariñosamente le llamábamos Casa, porque sabíamos que habíamos llegado al lugar seguro que Dios disponía para nosotros.

Fueron meses de luchas, desaciertos y bendiciones donde Dios abrió puertas en confirmación de un ministerio que encontraría hogar en las facilidades de la Allisonville Christian Church en Indianápolis.

En los meses que antecedieron el primer culto de esta nueva iglesia, estas parejas, junto con los hijos de la familia Collazo-Arce se dedicaron a visitar otras iglesias, a orar y retirarse en tiempo de discernimiento. Había una carga por esa generación hispana bilingüe, viviendo en medio de dos culturas, la que traían de sus países de origen y la cultura dominante anglosajona. Se habló de ser una iglesia intencionalmente bilingüe para poder alcanzar no solo a la comunidad hispana de primera generación, sino también a aquellos que aún se identificaban como hispanos y buscaban una experiencia de adoración e iglesia en su contexto hispano, aun cuando su idioma dominante era el inglés. Además, se determinó que esta iglesia sería para todos, no solo los hispano-parlantes.

En un tiempo de retiro se determinó que toda actividad de la iglesia tendría como enfoque; alcanzar, trasformar, equipar y enviar. Entendiendo que toda persona que llegara a la iglesia sería un ministro en potencia. De aquí surgió que la iglesia llevaría por nombre Casa del Alfarero, basado en Jeremías 18. Casa del Alfarero era llamada a procurar que todo el que llegara tuviera un encuentro con el Alfarero Divino, experimentando salvación y sanidad, para luego ser equipado para ser ministro de Dios a este mundo.

Casa vivió momentos de milagros desde antes de sus comienzos formales. Cuando Quique Ocasio y Gilberto Collazo fueron a hablar con el pastor de la Allisonville Christian Church, Rev Bob Reister, no solo se les abrieron las puertas de las facilidades físicas para comenzar a reunirse, sino que el pastor les compartió que la noche anterior el liderato de la iglesia había tomado la decisión de designar una cantidad de dinero para ayudar a comenzar una nueva iglesia. Sin titubeos, el pastor indicó, "¡ese es el dinero con el cual ustedes van a iniciar esta obra!”

Casa comenzó en dos pequeños salones en el pasillo a nuestra izquierda. Desde el principio se determinó que, dado que Quique tenía un trabajo a tiempo parcial, el sería la figura pastoral, y representaría a Casa en los procesos de reconocimiento con la región. Aun así, la tarea pastoral de predicación, educación cristiana, consejería pastoral y visitación fue siempre compartida entre Quique, Charito y Gilberto. Dagmar tuvo bajo su cargo el desarrollo del departamento de educación cristiana para la niñez y el área de beneficencia. Natalie y Raquel Collazo sirvieron como parte del ministerio de adoración, y como maestras en el departamento de niños siendo ellas apenas adolescentes. Muchas veces Gilberto Eli y Gabriel Collazo sirvieron como diáconos en la colecta de las ofrendas.

En sus inicios, ministerios de ayuda a personas con adicciones fueron un fuerte componente de Casa donde Dagmar Arce jugó un rol importante. Casa fue una de las primeras iglesias del área en ofrecer en español el programa Celebrate Recovery, un ministerio para personas saliendo de adicciones. La serie Conociendo a Dios sirvió como material para células en toda la cuidad que sirvieron como lugar de entrada a la iglesia para varias personas.

La guitarra de Quique proveyó el primer ministerio de adoración para Casa. ¡Fueron muchos los hogares que estas dos parejas visitaron respaldados por Quique y su guitarra! Poco a poco, comenzaron a llegar las almas. Como se había soñado, a Casa llegaron hispanos de primera generación, jóvenes hispanos que hablaban más ingles que español, afroamericanos que no hablaban español, y comenzó a desarrollarse una comunidad de fe con una diversidad que afirmaba las visiones que Dios había dado.

De pronto llegó un grupo de seminaristas a estudiar en el Christian Theological Seminary, un seminario de nuestra iglesia aquí en la cuidad. Sammy Robles y su esposa Hilda comenzaron a servir como parte de la congregación. Dios trajo músicos de todas partes y de pronto Hilda Robles tenía un hermoso ministerio de adoración. Luego de algunos años de ministerio, Dios bendijo a Casa del Alfarero con un crecimiento explosivo. Casa tenía una asistencia promedio de 125 personas lo cual provocó que se cambiara la hora del servicio del domingo a las 2:00 pm para poderse reunir en la nave principal de la Allisonville Christian Church. Al poco tiempo de esa movida, el Pastor Quique indicó que dada su nueva realidad de trabajo a tiempo completo que le requería viajar, y ante el crecimiento de la iglesia, el entendía que era tiempo de el salir y la iglesia llamar a un pastor a tiempo completo.

Se da comienzo a un proceso de búsqueda pastoral, y se llamó a la Revda. Daphne Arias de Puerto Rico, quien comenzó a servir como pastora de Casa del Alfarero en el 2008. Siguieron llegando un gran número de estudiantes al seminario con sus familias que aportaron grandemente a la vida de la congregación. Dentro de ese grupo, varios hicieron su práctica pastoral con nosotros, Luis Gierbolini, Francisco Ramos y Bere Gil Soto. Haber servido como lugar de entrenamiento pastoral para varios seminaristas que hoy están pastoreando congregaciones nos llega de alegría y gratitud.

Luego de unos años, la Revda. Arias se regresó a Puerto Rico y el Rev Daniel Feliciano sirvió como pastor interino varios meses hasta que se llamó en el 2012 al Rev. William Almodovar quien sirvió esta congregación hasta agosto del 2018. Casa del Alfarero entonces llamó al Rev Martin Tapia quien vino a nosotros desde Arizona y sirvió como pastor hasta el final del 2022.

Destacamos esas glorias primeras; una relación hermosa de apoyo y colaboración con Allisonville, las incontables personas que han pasado por estas puertas y que hoy sirven al Señor en otras congregaciones en la cuidad, en otros estados y aun otros países.

Bendecimos a Dios por los testimonios de salvación y transformación de los cuales hemos sido testigos a través de estos 20 años.  Esos momentos gloriosos los celebramos con gratitud a un Dios que nos recuerda que nuestra labor en El jamás será en vano.

Hoy, ante el umbral de una nueva temporada en la vida del ministerio de Casa del Alfarero, afirmamos que lo mejor está por venir. Que las glorias postreras han de ser más grandes que las glorias pasadas. Si de algo estamos convencidos como comunidad de fe, es que el Dios que comenzó esta buena obra en, y a través de nosotros, la ha de perfeccionar hasta el día de Jesucristo.

Por ello nuestra gratitud, primero al Señor por su fidelidad. A todos los que en un momento fueron parte de este ministerio, laborando, siendo equipados, y ahora sirviendo en otros lugares les decimos gracias y ojalá que siempre sean sal y luz para este mundo. Y, por último, nuestra gratitud a todos los hermanos y hermanas que hoy llaman a Casa del Alfarero su iglesia por su continuo compromiso con este ministerio. A todos y todas, gracias.

Y a ustedes que están en búsqueda de un lugar donde afirmar y crecer en sus dones y talentos, Casa es para ti. Ustedes que buscan un lugar donde cada día una experiencia de encuentro con Dios transforme, consuele, y fortalezca su vida, Casa es para ti.  Somos un grupo de personas ordinarias llamadas a ser cosas extraordinarias en el nombre de ese Gran Alfarero.

¡Te invitamos a ser parte de esta gran jornada de fe para alcanzar, transformar, equipar y enviar… Casa es para ti!

Que Dios los bendiga. 

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